domingo, 10 de marzo de 2013

ÍNDIGO : Ivan Fajardo como solista!

 

Iván Fajardo explora un nuevo sonido en “Vímana”, su primer álbum luego de más de cinco años de silencio.
Seis años después del lanzamiento del último álbum de Era, Iván Fajardo, quien lideró Índigo, una de las bandas más populares de la movida rockera nacional de inicios del 2000, está de regreso. Con una propuesta distinta en el plano estético y sonoro, pero a la vez fiel a su estilo de composición, Fajardo presenta “Vímana”, uno de los mejores discos peruanos publicados en lo que va del año.
¿Qué es “Vímana”?
Vímana es una figura icónica de la literatura védica. Viene a ser una especie de nave, o lo que hoy llamaríamos OVNI. Le puse así porque el disco para mí es una nave que te lleva de viaje por varios estadios mentales. En este álbum hay canciones de hace diez años, que recién han visto la luz y están prestas a llevar al pasajero consigo.

¿Cómo has hecho para que canciones escritas hace tanto tiempo se adapten a este concepto actual?
De hecho a la hora de poner en lista las canciones que quería grabar algunas se quedaron en camino porque no encajaban con el concepto. Es que el disco en sí es un concepto. El arte del álbum, hecho por Diana Aguilar y con fotos de Ricardo Montero, me muestra en una especie de escotilla, como el tripulante de la nave. Una vez que abres el disco, hay como un paisaje donde has aterrizado.

Dos canciones ya las habías soltado hace un buen tiempo en tus redes sociales
Sí, “Calma” y “Me voy dejando”. Las fui dando a conocer, pero cuando lo hice no tenía pensado dedicarme a una carrera en solitario o lanzar un disco. Recién me decidí a hacerlo hace un año.

Este es tu primer disco en solitario
Saqué un disco con Índigo en el 2001. Luego con “Era” hice “Renacer y “Ufocalipsis” y este es el cuarto en mi carrea y el primero en solitario. He estado fuera bastante tiempo, por lo menos unos cinco años. He estado un poco como nutriéndome para poder entregar algo.

Ha sido por eso que dejaste de tocar. Buscabas un silencio creativo no era que te habías cansado de la música.
Uno nunca se cansa de la música cuando es músico. Esto es una batalla diaria. Agarras la guitarra y te dices: “Hoy tiene que salir algo”. No te cansas, pero sí suelen ser saludables los respiros. Dejas de tocar la guitarra por seis meses y al sétimo te das cuenta que empiezas a componer una cantidad de canciones que ni te imaginabas.

¿Y en este tiempo de descanso cuánto has cambiado como músico?
Eso lo dirá la gente. Pero en la forma de trabajar probablemente hay algunos conceptos que se han ajustado en mi cabeza. Sobre todo en la forma de cómo enfocar la música como concepto de vida. Por lo demás, la ilusión y los sueños de darle todos los días a la guitarra, el teclado o la computadora, que ahora es otro instrumento más, están intactos.

Este disco muestra una diferencia notable con tus trabajos anteriores.
Es un sonido más limpio

Es un álbum que está más dirigido a un equilibrio sonoro. No hay estridencias que te pateen la cabeza como en el último disco de Era, porque hay canciones que no merecían elevar los decibeles. Pero este no es para nada un disco soft. Hay mucho punche, hay mucho beat. Pero definitivamente el sonido está mucho más llevado al equilibrio de los ochenta. Las distorsiones están bien matizadas con las modulaciones, los coros y los teclados. Hay muchos teclados, es una herencia que no puedo negar de mi adolescencia ochentera.

Todavía hay mucha gente que te recuerda por Índigo
Hay gente que gracias a Dios todavía está conmigo. Para mí no son fans, son amigos. Ellos están, me siguen y tenemos un contacto permanente por las redes.

Con tus ex bandas fuiste parte de una escena que tenía mucha presencia en medios como la radio y la televisión. ¿Qué crees que pasó en esa época que se le daba tanto espacio al rock peruano?
Fueron una suerte de congruencias fortuitas. Estaba la disquera Sonny, que firmó a dos tres bandas y luego nos firmó a todo el resto de grupos para una modalidad de discos a precio peruano, porque recuerdo que en esa época los discos se veían como algo caro. También habían radios que de alguna manera tenían una pugna por ver quién pasaba más rock nacional, y eso ayudo a que la ola crezca. Fue una especie de mini tsunami del rock peruano. Empezó a gestarse la moda de tener a tal o cual banda peruana en los programas de televisión. Fue bacán esa época, pero también fue un boom mentiroso. Las patas de la mesa que sostenían todo eran muy endebles y en cualquier momento se podían venir abajo y, bueno, se vinieron abajo.

¿Qué pasó?
Bueno, Sony se retiró. Algunas radios cambiaron el formato, otras simplemente se pasaron al inglés… Se fueron desvaneciendo los puntos fuertes que hacían que esa movida tenga presencia. Estuvo bueno estar allí. Definitivamente tuvimos suerte y de hecho por eso creo que la gente se acuerda bastante de esta ola.

Y ahora que has vuelto cuáles son tus estrategias para enfrentarte a la poca difusión que hay ahora?
Hacer la mejor música que me salga del alma, creo que esa es la mejor estrategia. Mientras tú seas honesto con lo que estás haciendo, hay gente que lo va a tomar de esa manera y va a establecer una conexión contigo.

“Vímana” está a la venta en las disco tiendas de Phantom, Via Music, Moving Sound y, pronto, en iTunes y Amazon. El álbum será presentado en vivo en el mes de mayo. 

Fuente: ElComercio.pe/Espectaculos


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